Breves líneas futbolísticas decepcionadas
Contra todo lo que me indicaba que lo de Zozulia no sería, de verdad, el inicio del fin de la impunidad en el fútbol y pensando que sería genial ir a un partido sin racismo, ni machismo y con mi hijo sin tener que escuchar como alguno se deja la voz acordándose de la madre de otros, apoyé, ya digo que contra mi propia inteligencia, que se parara el partido Rayo (mi rayito) Albacete.
Lo hacía por la ilusión y contra todo pero pidiendo una cosa: que ese fuera el primer partido que se suspendiera de todos los que sería necesario.
Hoy, varias semanas después y muchos casos después (públicos, imaginad dónde no hay cámaras) vemos que no. Que no hay ninguna intención de que el fútbol sea un lugar sin violencia y respetuoso y lo del Rayo-Albacete respondió a otras cosas.
No siento haberme equivocado, casi sabía que pasaría, siento que se equivoque el fútbol y sus aficionados. Tendré que seguir eligiendo los partidos más light para poder ir un día al fútbol con mi hijo, sino termino yo mismo harto del vergonzoso espectáculo que damos.
Sí, me siento triste y decepcionado.
Por cierto, todo mi apoyo a (Iñaki Williams) —no borren el paréntesis porque necesitarán seguir llenándolo de nombres, me temo—